Resulta curioso cómo muchísimas personas
utilizan únicamente la parte inicial
de la célebre sentencia de don José Ortega
y Gasset en su obra Meditaciones
del Quijote «Yo soy yo y mi circunstancia» y se olvidan
de la segunda parte de la frase «y si no la salvo
a ella no me salvo yo» para ponerse excusas a
la hora de justificar su situación personal o su falta
de decisión a la hora de pasar a una acción que
les llevaría, precisamente, a cambiar sus circunstancias.
Resulta obvio que las circunstancias influyen
en nuestro destino y que la amalgama de
circunstancias que nos rodean, herencia genética,
entorno familiar y social, golpes de buena o
mala suerte,.. influyen en cuán satisfechos con
nuestra vida estamos.
Ahora bien, con demasiado frecuencia las circunstancias
son las excusas de los que están cómodos
sin luchar por lograr revertir un situación
personal o social, las excusas que les habilitan
para no vivir la vida al máximo de su potencial.
No hay mejor aliado de las personas que quieren
vivir una vida feliz, que la «verdad», la verdad
evitará que las circunstancias nos esclavicen
o nos sirvan de auto-excusas que nos impidan caminar
hacia adonde queremos llegar.
¿Y cuál es la verdad acerca de cuánto influyen
las circunstancias en nuestro nivel de felicidad?
La investigación en psicología, es decir, la verdad
científica concluye lo siguiente, únicamente un
10% de tu nivel de felicidad depende de tus circunstancias; la verdad concluye que los golpes
que te pueda dar la vida, como podría ser perder
las piernas o quedarte en la ruina económica,
o un logro o un golpe de suerte, aprobar una
oposición para alto funcionario o que conocer al
amor de tu vida (y ser correspondido), no te hace
significativamente más desgraciado o más feliz,
que lo que eras 2 años antes de que la fortuna te
sonriera o te diera la espalda.
Las personas no hemos hecho otra cosa que
vencer a las circunstancias durante toda nuestra
existencia, la riqueza y las comodidades que disfrutamos en el siglo XXI, no son más que el fruto
del trabajo de generaciones de luchadores inconformistas que lucharon por vencer a las circunstancias. La circunstancia «normal» de la humanidad es vivir en la pobreza, puesto que la pobreza
no tiene causas, sólo la riqueza tiene causas. Estamos
cansados de escuchar que «para ser rico hay
que nacer rico», pero la verdad es que más de 9
de cada diez millonarios en el mundo son millonarios
de primera generación, es decir, de personas
que vencieron a sus circunstancias.
Ahora te toca a ti, nos toca a todos vencer las circunstancias. Ser feliz parte de una decisión personal,
puesto que ser feliz depende mucho más de
lo que estás pensando y de lo que estás haciendo
la mayor parte del tiempo que de tus circunstancias.
¿Cuál es tu excusa favorita por la que dices
que no eres feliz?. Ser feliz está en tus manos,
salva tus circunstancias puesto que «sino las salvas
tú, no te salvas tú».
(A partir de hoy, me comprometo a compartiros
todas las herramientas para aumentar vuestro
bienestar).
Este artículo fue publicado originalmente en «El Periódico de Aquí» el 8 de noviembre de 2018: https://www.elperiodicodeaqui.com/epda-noticias/yo-no-soy-mis-circunstancias/169163
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