Este año 2022 rimé una frase que se ha convertido en mi nuevo mantra (he descubierto que mi sobrina me llama “el frases”): que la felicidad sea tu prioridad.
Pablo, mi joven entrenador personal, no deja de preguntarme por aspectos relacionados con sabiduría de la vida y conocimientos empresariales y financieros. Opina que soy un pozo de conocimiento. Alguna vez se sorprende de cuánto sé y yo siempre le digo: tú te marcaste como la prioridad de tu juventud tener cuerpo de gimnasta (y vaya que lo consiguió); yo me marqué leer sobre empresa, emprender negocios y estudiar psicología positiva. Somos el resultado de las prioridades que nos marcamos.
Todos deseamos vivir lo más felices posible. Pero muchos viven como si la vida fuera eterna y no parecen tener prisa por disfrutar al máximo de la misma. Otros tantos parece que creen que van vivir más vidas (y eso que no son budistas), y están esperando a la siguiente para intentar ser lo más felices posible. Es como si la mayoría confiara en que su futuro va a mejorar por arte de magia, sin currárselo.
Yo nací en un pueblo. Aquí, todos los días alguna vecina te cuenta por quién doblan las campanas. A veces, el que se va es un joven que se marchó demasiado pronto. Por desgracia, yo aprendí que a los míos y a mí también nos puede pasar lo peor. Mi cuñado se fue con 18 años; mi mejor amiga (mi soul mate la llamaba), con 35 años. Dos accidentes de tráfico les segaron la vida. Mi madre y yo también nos podíamos haber ido hace muchos años por la misma causa. Cuando interiorizas que tú también te puedes marchar en cualquier momento, aprendes a vivir de otra manera. En tu vida comienza a haber sus más y sus menos. Pasas más tiempo con los tuyos, disfrutas más de tus aficiones, paladeas más los momento especiales, y bailas y ries mucho más. Por contra, temes menos al futuro, pasas de discutir, te enfadas mucho menos y dejas de atormentarte por nimiedades.
Todos deseamos vivir lo más felices posible. Pero casi nadie hace de la felicidad su prioridad. Sabemos que la felicidad no viene por casualidad sino por causalidad. Mira a un nadador profesional por detrás, y su espalda te parecerá un armario ropero; hazte una foto junto a un maratoniano y te darás cuenta de que está seco como la mojama. Dime qué tipo de cuerpo deseas tener y te diré qué deporte debes hacer. Dime cuán feliz quieres ser y te diré qué hábitos debes desarrollar. Lo que haces con tu cuerpo determina tu figura, lo que haces cada día determina tu futuro (por esto me llaman “el frases”).
Para 2023 te invito a que pongas definitivamente a la felicidad en el centro de tu vida. Hazlo con la confianza de que si siembras, es seguro que recoges. Richard J. Davidson ya descubrió observando el cerebro de las personas que los lamas eran las personas más felices del mundo, las resonancias magnéticas señalaban que siempre estaban alegres y tranquilos. Es causalidad que hayan consagrado su vida a ello.
Los budistas caminan el sendero de la meditación para alcanzar la paz interior. Los que me seguís sabéis que si transitamos los 9 pilares de la felicidad, llegaremos a buen puerto. Es tiempo de ponerse en marcha.
Navidad procede del latin nativitas o nacimiento. Confío en que no esperes a una siguiente vida para intentar ser lo más feliz posible. Cada Navidad puedes decidir renacer a la vida más dichosa posible, solo tienes que hacer de la felicidad tu prioridad.
Juan Planes