Es bueno tener amigos hasta en el infierno, aunque algunos amigos no te llevarán al cielo.
Jim Rohn pensaba que nos convertimos en el promedio de las cinco personas con las que más tiempo pasamos, y que nuestra actitud, salud e ingresos acaba por ser una media de la de ellos. Obvio es que no podemos tomar la frase de forma categórica, como obvio es que su fondo es cierto.
Los estudios concluyen que tus amigos influyen en tus decisiones, incluyendo las parejas que eliges. También indican que condicionan tanto tus hábitos de salud (acabas comiendo tan bien o tan mal como ellos) como tus gustos, de manera en que acaban influyendo en que haces con tu tiempo y tu dinero. Así, tus elecciones y tu estilo de vida se acabará pareciendo al de tus amigos.
Tu amigos también ayudan a forjar tu carácter; si tus amigos son disciplinados es más probable que tú también lo seas, pero como sean unos flojos probablemente tú también acabes siendo débil.
Tener amigos que crean en ti, hará que acabes creciendo como persona, pero como tus amigos no te admiren es probable que acabes siendo una persona menor. Igualmente, tener amigos con formas útiles de entender el mundo, te ayudará a que la forma en que tu ves el mundo sea útil.
Tener más amigos mejora tu salud, y puede darte unos años extra de vida, pero mejor que esos años sean felices, porque si quieres ser feliz tienes que elegir bien a los amigos que más ves. El Framingham Heart Study siguió a 4.739 personas durante 20 años y concluyó que la felicidad es tan contagiosa que las personas que están más rodeadas de personas felices acaban siendo más felices en el futuro.
Cuanto más primo más me arrimo, dicen del aprovechado; pero todos podríamos aprovecharnos del arrime, y es que no es tanto los amigos que tienes sino los que más ves los que más influyen en cómo te sientes. Cuanto más cerca tengas a personas felices, pareja, hijos y vecinos incluidos, más feliz serás. Tan contagiosa es la felicidad que afecta hasta tres grados de separación, un tío feliz puede mejorar la felicidad hasta de los amigos de los amigos.
Donde hay contacto hay alegría, siempre que tu contacto sea alegre. No pudiste elegir a la familia, pero siempre podrás elegir a los amigos a los que más te arrimas.