Si quieres saber si hacer ejercicio aumenta las posibilidades de vivir más tiempo, tienes una forma fácil de comprobarlo. Recomienda a todo un grupo de personas que realice ejercicio de forma regular y monitorízalos. Aunque propongas a todos que realicen una práctica, sabes que algunos no la harán, por lo que ya tienes divididas a las personas en dos grupos. Un tiempo más tarde, compruebas qué resultados diferentes se dan en lo que están en uno y otro grupo (has diseñado una prueba controlada aleatorizada).
Esto comenzaron a hacer unos científicos de la Cleveland Clinic en 1991. Tras más de 15 años de seguimientos anuales y con los datos de 122.007 personas, de 53,4 años de media y 12,6 de desviación típica, de entre los que fallecieron 13.637, comprobaron si realizar ejercicio había tenido alguna consecuencia en sus vidas. Encontraron evidencias bien sólida: por una parte, los que más ejercicio hicieron tuvieron un 80% de probabilidades menos de haber fallecido que los no hicieron nada de ejercicio; por otra parte, que a más en forma estaban menos probabilidades tenían de haber fallecido. Otros estudios concluyen que la mera realización de 15 minutos de ejercicio diaria aumenta la esperanza media de vida en 3 años.
Vivir unos años extra está muy bien, pero lo mejor es que tus últimas décadas sean doradas y las disfrutes con vitalidad y salud. No hay ninguna duda de que los mayores que realizan ejercicio disfrutan de más energía, movilidad y vitalidad, solo tienes que verlos. Pero además, el ejercicio nos libra de muchas enfermedades. El ejercicio mejora nuestra salud cardiovascular hasta tal punto que el reputado cardiólogo Valentin Fuster manifestó que cuando se apresta a operar a alguien a corazón abierto, al observarlo no solo sabe si esa persona ha hecho o no deporte, sino si puede o no salvarse. Pero no solo tu corazón se ve beneficiado por el deporte, tus riesgos de padecer ataques al corazón, cáncer o diabetes se reducen entre un 24% hasta cerca del 50% (según qué estudio consultes). Por ejemplo, científicos de la Universidad de Glasgow descubrieron que los que van a trabajar en bicicleta tienen un 45% menos de probabilidades de padecer un cáncer, y un 46% menos de riesgo de padecer enfermedades coronarias, mientras que los que van caminando al trabajo ven reducido este último riesgo en un 27%.
Si hacer ejercicio puede salvarte la vida, estar parado puede matarte. Se estima que la inactividad física es el cuarto factor más importante de mortalidad en Estados Unidos, con una incidencia similar al tabaco. Por eso se dice que sitting is the new smoking. No es que te vayas a morir joven si no haces deporte, de hecho los jóvenes que no realizan ejercicio no mueren antes. Pero la cosa cambia de mayores. De jovén puedes hacer deporte por voluntad, pero a partir de los 40 debe ser tu prioridad, y a los 60 se convierte en una necesidad.
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