Los hermanos Wright no son tan conocidos como las hermanas Williams o las Kardashian, pero han contribuido a cambiar el mundo mucho más que ellas. Wilbur y Orville Wright comenzaron a leer y estudiar acerca de la aviación a principios de la década de 1890 ,y antes de que hubiera acabado la década ya habían creado planeadores capaces de volar. Conseguir volar constituía un reto apasionante, pero también peligroso. Otto Lolienthal, del que aprendieron aeronáutica de sustentación, falleció cuando una de sus aeronaves cayó en picado.
En 1900, los Wright decidieron trasladarse al pueblo de Kitty Hawk en Carolina del Norte porque entendían que allí encontrarían las condiciones estables de viento para experimentar con planeadores tripulados. Decenas de pruebas con cometas y planeadores, con sus decepciones y aprendizajes, les acercaron paso a paso a la consecución de su gran sueño. El 17 de diciembre de 1903 consiguen realizar el primer vuelo a motor, prolongado y verificado.
Gracias a muchos que persiguieron sus sueños, hoy vivimos en un mundo próspero. Hemos vencido al hambre y a la enfermedad; hoy en día, es más fácil morir por comer demasiado que morir de hambre, y más probable que mueras de viejo que por una enfermedad infecciosa. Hoy podemos movernos por tierra, mar y aire; hablar y ver lalos genios cara y de alguien que está en la otra punta del mundo; o vivir en las alturas de una ciudad disfrutando 24 horas al día de agua potable y de luz artificial.
Los genios no solo han hecho nuestra vida más fácil, sino también más bella. Visitar el Taj Mahal o el Vaticano nos eleva; observar el David o La Joven de la Perla nos maravilla; escuchar Divenire o Bohemian Rhapsody nos transforma; leer Madame Bovary o Cien Años de Soledad nos transporta; ver el Indomable Will Hunting o el Joker nos admira.
Los genios mejoran nuestra vida y los torpes nos la joden. Un padre amoroso te hace feliz, uno ausente, inseguro; un maestro apasionado te inspira y te mejora, uno apagado, te aburre y te hunde; un presidente inteligente (y bueno), trae prosperidad a tu país, uno tonto (incluso si no es malo), miseria; un médico diligente te salva la vida, uno negligente, te la complica; un abogado esmerado te saca de la mierda, uno descuidado, te hunde en ella.
Alcanzar tus sueños mejorará la vida de los demás, también la tuya. Walt Disney llevó la magia a nuestra infancia, Henry Ford facilitó que las familias trabajadoras andáramos en auto, Steve Jobs que viviéramos conectados, Amancio Ortega que vistieramos a la moda por poca plata, y The Rolling Stones que pusieramos Rock and Roll en nuestras mañanas. Mejoraron nuestras vidas, y acabaron millonarios. Cuando haces las cosas bien, éstas suelen acabar bien.
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