Todos queremos llegar a viejos pero nadie quiere ser viejo, dos deseos que conjugan mal porque la juventud eterna solo existe en el alma.
Tenemos un término, viejoven, para calificar a los jóvenes que por su forma de pensar, vestir o comportarse parecen mayores de lo que son; pero no lo tenemos para describir a quienes tienen un pacto con el diablo y son Dorian Gray contemporáneos: los de cuerpos atléticos y rostros maduros, las que siguen siendo princesas pero ya no se tragan sapos, los de espíritu aventurero y alma serena. MILFs y DILFs -Mother, or Dad, I’d like to fuck- les llaman algunos.
Decimos que no es la cantidad de años que vives sino la calidad de los mismos, pero sabemos que si das calidad a tus años, acabas teniendo más cantidad.
Ignorar qué es lo que da calidad a tus años te llevará a hacerte viejo innecesariamente pronto; la receta mantra movimiento New Age es el equilibrio Mente-Cuerpo, y están en lo cierto. Mente y cuerpo se dan de la mano para dar calidad a nuestros años; cuerpo y mente se alían para regalarnos cantidad de años.
Los estudios demostraron hace más de dos décadas que el ejercicio aeróbico nos hace felices, ahora también sabemos que el ejercicio de fuerza nos hace longevos pues cuando levantamos pesas, además de fortalecer huesos, músculos y tendones, segregamos hormona de la juventud.
Hacer ejercicio mejora nuestra salud, nos protege de ciertas enfermedades -diabetes, cáncer de colón, hipertensión- y reduce significativamente el riesgo de morir de enfermedad coronaria o cáncer.
Obvio resulta que hacer ejercicio hace bien a tu cuerpo, menos obvio pero no menos cierto, que mejora tu mente. El ejercicio favorece la neurogénesis y refuerza las conexiones neuronales, lo que mantiene vivo tu cerebro y retrasa, elimina e incluso revierte los procesos de degeneración cognitiva.
Dicen que quien duerme no vive, pero no están en lo cierto. Dormir 5 horas acorta la vida y el mínimo debería ser de 7 horas. Es en la fase de sueño profundo, Delta, cuanta más hormona del crecimiento generamos.
No creo que a nadie haya que hacerle consciente de que lo que damos al cuerpo, comida, bebida y sustancias, añade o disminuye calidad a los años que vivimos. La virtud es amiga de la longevidad, y ser malo con el cuerpo acaba provocando que el cuerpo sea malo con aquel que le maltrató.
Por “mente” nos referimos también a cómo gestionamos nuestros pensamientos; no ser diestro con tus pensamientos dispara tu propensión a experimentar emociones tóxicas, denominadas así por el daño que nos causan. Ser dueño de tu mente libra al sistema inmunológico del daño que el cortisol o la insulina le causan; y mejor sistema inmunológico, significa más salud y más calidad y cantidad de años.
Pero “mente” también es leer, aprender, estudiar, crear, analizar, calcular, razonar, escribir, resumir, enseñar, esquematizar, deducir, observar, resolver y concluir. Igual que la falta de ejercicio físico provoca distrofia muscular, la falta de ejercicio mental provoca atrofia mental, y de la atrofia nace con frecuencia la enfermedad.
Empty your mind decía Bruce-Lee y estaba en lo cierto. La salud de nuestros telómeros, está íntimamente ligada a la longevidad, y los podemos mantener largos y fuertes comiendo bien, haciendo ejercicio y descansando, pero, especialmente, meditando. Mahavira, Lao-Tze o Sidharta Gautama el Buda llegaron a ser bien ancianos en una época en que la esperanza de vida media ni se asomaba a los cuarenta.
Do you fancy a healthy longer life? Frequent the gym and empty your mind.
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