Muchos no cortarían nunca la leche con agua; pero sí lo hacen con café, que es principalmente agua. Muchos evitan beber agua del grifo; pero beben cerveza o refrescos, que son en más del 90% agua del grifo. En la anterior crisis económica a los funcionarios les recortaron el sueldo y salieron a la calle a manifestarse, ahora les suben los impuestos en la misma medida, y nadie protesta.
El contexto y la perspectiva desde la que miramos un asunto influye en cómo evaluamos las situaciones que vivimos. Si encuestamos a un grupo de universitarios y les preguntamos primero, “¿cuán feliz eres?”, y después, ¿con qué frecuencia tienes citas o ligas?”, no encontraremos apenas relación entre las respuestas a la primera y segunda preguntas. Sin embargo, si invertimos el orden en que les hacemos las mismas preguntas, observaremos que el nivel de felicidad que manifiestan disfrutar depende de cuánto ligan.
Así, tu nivel de satisfacción con la vida que llevas no depende solo de lo que te sucede, sino con qué comparas lo que te sucede. Lo contento que estás con tu situación personal, o con el estado de tu país, es una mezcla tanto de la realidad objetiva que vives como de con qué comparas tu realidad.
Si miras a los que están peor, es más probable que estés contento con lo que tienes. Si miras a los que están mejor, seguramente acabes descontento con tus circunstancias.
Aún recuerdo cuando hace unos 25 años mi madre volvió de un viaje a Marruecos. Me dijo: “No me ha gustado nada el país. Pero de todos los viajes que he hecho, es del que más contenta vengo. Todos los de aquí deberíamos al menos una vez en la vida ir para allí. Así aprenderíamos a reconocer lo bien que estamos aquí”.
Comparar ayuda a relativizar lo bueno y, especialmente, lo malo que nos sucede. Así, cuando estés pasando una mala racha o cuando algo desafortunado te acontezca, aprende a poner tu situación en perspectiva. Aquí unas buenas preguntas para conseguirlo: ¿me parecerá esto tran grave dentro de 10 años?, ¿hay muchos otros que están peor situación que yo y parecen tranquilos?,¿cuán grande es mi desgracia comparada con la de este otro?
Dime con quién te comparas y te diré cuan feliz eres.
Juan Planes
Deja una respuesta