¿Tienes algún amigo que se deja caer en un sofá cada vez que le apetece y a los pocos segundos ya está durmiendo? ¿Te gustaría saber cómo se sienten los favoritos de Dios? ¿Y ser uno de ellos?
Dormir poco está relacionado con envejecer mal y dormir mal provoca que segregues más cortisol durante la noche y menos hormona del crecimiento. Además, Camilo José Cela tenía razón: “la siesta es el yoga ibérico” pues la gente que echa siestecitas disfruta de mejor salud y es más efectiva mentalmente.
Pero, el favorito de Dios, ¿nace o se hace?. Quizás nunca llegues a convertirte en uno de ellos, pero sí que puedes acercarte a lo que ellos sienten. Para ello haz del sueño un momento sagrado y prepáralo como corresponde. He aquí algunos consejos:
- desconéctate tecnológicamente mucho antes de dormir, y deja el móvil, la tablet o el ordenador,
- deja de ver la tele, especialmente noticias, series violentas o dramas horas antes de dormir,
- realiza alguna actividad relajante, baño, ducha, masaje, sexo,…, justo antes de ir a la cama,
- evita beber dos horas antes de dormir y haz pipí justo antes de ir a la cama; evita especialmente sustancias excitantes como el café o el té, aunque puedes tomar valeriana o melatonina,
- puedes realizar estiramientos suaves, gentle yoga o sunset taichi,
- si leer te ayuda, evita hacerlo con aparatos electrónicos, los que se duermen leyendo un ebook segregan la mitad de melatonina, la hormona del sueño, que los que leen un libro,
- convierte tu habitación en un santuario que transmita paz y armonía, deshazte de todos los trastos y de todo lo feo, y considera utilizar cada noche “efectos especiales”: velas, esencias relajantes como lavanda, cedro o sándalo y música relajante
- no ahorres con el mueble donde vas a pasar más tiempo de vida, compra el mejor colchón posible y renuevalo cuando toque,
- la temperatura de la habitación ha de ser fresca,
- tú has de sentirte fresco y cómodo, así usa ropa de cama ligera y tú,quizás, ninguna,
- tu pareja y tu familia han de hacer de la calidad del sueño un trabajo de equipo.
Dormir bien es el paraíso, dormir mal, el infierno; pero uno no sale del paraíso abruptamente, acuéstate pronto y levantate cuando el cuerpo, y no el despertador, te lo pida.
Te espero en el mundo de los favoritos de Dios.